lunes, 13 de septiembre de 2010

What a surprise!!


Para nadie es un misterio que la industria musical está en crisis. Y tampoco es un enigma que los grandes culpables hayan sido los sellos discográficos, que no han sabido (y claramente ya no lo hicieron) adaptarse a los tiempos: nuevas tecnologías y hábitos de consumo, combinados con precios ridículos, han transformado al glorioso CD en un objeto antiquísimo, casi paleozoico.

Lo que sí ha llamado poderosamente mi atención es la noticia de que nuevos requisitos regirán para la entrega de discos de oro y platino en el enano mercado discográfico chileno. Y muy inferiores a los que estábamos acostumbrados, por supuesto: 5 mil unidades para obtener un disco de oro, y 10 mil para el disco de platino.


WTF?!?!!? Ud. ha leído bien. El shock para un melómano como yo, perteneciente a una generación de adolescentes donde los cassettes y los CD's eran joyitas de colección, y que creció viendo el Top 30 con el Rafa Araneda los sábado en la mañana y "Más Música" con la Angélica Castro en las tardes de domingo, no ha sido menor. Es que basta con recordar algunos numeritos para que me entienda: hace 13 años, los artistas recibían disco de oro con 15 mil unidades, mientras que el disco de platino se otorgaba al vender 25 mil copias. Actualmente, en Argentina se dan dichas certificaciones al alcanzar las 20 mil y 40 mil copias, respectivamente. Y para qué hablar de Estados Unidos: 500 mil copias son necesarias para el oro, y un millón para el disco de platino.

Pero hay una "buena" noticia: fenómenos como La Noche y Américo han hecho que las ventas de artistas nacionales, en vez de bajar, presenten una leve tendencia al alza. ¿Y qué hay con el resto? Cri cri.....

La conclusión es mucho más simple de lo que uno podría pensar: si los sellos quieren retardar en algo un mega desastre (a mi juicio, inevitable), ¡QUE BAJEN LOS PRECIOS! Los impuestos que se aplican hoy no sólo a la música, sino también a los libros, constituyen un verdadero ultraje, alimentando aún más la nueva "dictadura digital" de la que nos nutrimos para acceder a algo de cultura. O piratería, como Ud. quiera llamarla.

Que se pudran los sellos...¡pero que vivan los discos!

1 comentario:

Carlos dijo...

Es importante enfatizar que "la industria musical está en crisis", y la industria SON los sellos.
Yo digo a la mierda la industria, lo importante es que la música no estará nunca en crisis, mientras viva en las cabezas de los que la escuchamos y sentimos como propia. Deja que la industria se consuele a sí misma entregándose estos premios sin significado. Al final del día, el que ha cumplido su misión en el arte de la música no es el que vendió más, sino el que estampó sus sonidos de manera más profunda en el pueblo.