viernes, 10 de septiembre de 2010

Los Jaivas: "Mamalluca" (1999)



Cuando hablamos de Los Jaivas los elogios sobran, pues su nombre nos evoca grandeza por sí solo. Sobrevivientes de difíciles episodios de la historia de Chile y de la pérdida de dos de sus integrantes originales (Gabriel Parra el '88 y Gato Alquinta el 2003), se han transformado en un actor fundamental para el desarrollo del rock latinoamericano. Y dentro de su extenso catálogo, existe una joyita nacida de un inspiradísimo Eduardo Parra quien, maravillado con la belleza y misticismo del valle del Elqui, plasmó sus impresiones en poemas que finalmente fueron musicalizados e inmortalizados en un álbum de rock progresivo-andino-sinfónico: "Mamalluca" (1999).

La música de "Mamalluca" fue concebida para ser interpretada por la banda, la Orquesta Sinfónica de Chile y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile. El primer track, "Alumno", nos deja claro que éste no es cualquier disco de Los Jaivas. Con ritmo de marcha, nos lleva de inmediato a una infancia en Vicuña, en busca de la Maestra Gabriela. Luego viene "Uva Madura", canción plagada de atmósferas y nostalgia. La voz del Gato suena particularmente sobrecogedora, y el trabajo del Coro Sinfónico toma cada vez más protagonismo.

"Chasqui" es una improvisación de 3 minutos entre Los Jaivas y la orquesta. En lo personal, si alguien no me lo hubiese dicho, jamás lo hubiese notado. Aquí es donde aparece por primera vez esa guitarra distorsionada que tanto caracteriza el rock de Los Jaivas. "El tambo" es el tema que mejor podría representar el espíritu del disco: vientos, cuerdas, percusiones y voces se funden en uno solo, mostrándonos la magia del valle. "¿Quién te visita esta noche, chasqui?", pregunta el Gato en "Camino estrellado" que, al igual que el track anterior, pareciera estar dividido en dos partes. "Cerro de la virgen" sí que es una curiosidad: presenta claros tintes de progresivos, pero sazonada con trompetas, voces, charangos y ritmos andinos. Con un quiebre de piano que nos recuerda al magnífico "Alturas de Machu Picchu", la intensidad baja, para volver a acelerar impulsada por la majestuosa guitarra y por la batería de Juanita Parra.




"Gabriela" es una de las partes más íntimas del álbum. Gabriela de los campos bordados. Gabriela de los campos perdidos. Gabriela Universal. A ella le sucede "Interludio", tema completamente instrumental, basado en la misma melodía que da comienzo a "Alumno". Luego, hermosas líneas de piano abren el penúltimo track, "Elqui". Las viñas, papayas, Monte Grande, Pisco Elqui, la Cordillera de Los Andes y los cursos de agua se transforman en un colosal ser vivo que danza bajo un enigmático cielo estrellado. El gran final está cada vez más cerca con "Mamalluca": 15 minutos de Los Jaivas a la vena, y de ahí directo al corazón:


"Noche eterna.

Día efímero incierto.

Fragilidad de la vida.

Consagración de la Tierra.

Mamalluca reza su lejanía profunda."

No hay comentarios: