sábado, 22 de diciembre de 2007

Alanis Morissette: "Jagged Little pill" (1995)


12 grandes temas. 6 éxitos radiales. 30 millones de copias vendidas. 4 premios Grammy. Sólo 21 años. En 1995, apareció en la escena musical una artista que sorprendió al mundo por la crudeza de las letras de sus canciones, las cuales inmediatamente fueron adoptadas como himnos por toda una generación. Sin embargo, detrás de aquel arrollador éxito había tal confusión y desesperación, que hicieron que Alanis Morissette tomara una drástica decisión (que por suerte revocó con el tiempo): jamás volvería a grabar un disco.

Alanis Morissette nació en Canadá, el 4 de junio de 1974. Desde pequeña se caracterizó por lo teatrera: le encantaba cantar y hacer show, siempre luciendo una radiante sonrisa. Aquel gusto por complacer al resto se transformó en una costumbre que marcó los primeros años de su carrera, que comenzó oficialmente con su aparición, con sólo 11 años de edad, en el programa "You can't do that on television". En 1987 graba su primer álbum, "Alanis", transformándose en la princesa del pop canadiense. El estilo del álbum era pop dance, y Alanis se asemejaba más a Paula Abdul o a Sabrina que a la chica rockera que conquistó el mundo con sus baladas. En 1992, cansada de ser un títere de los productores canadienses, se aburrió y alegó: quería tener más participación en la creación de sus canciones. Dicha demanda fue acogida sólo parcialmente, dando como resultado el álbum "Now is the time", que resultó más fomeque y menos vendedor que su antecesor.

Entonces Alanis tomó una drástica decisión (la cual todos sus fans agradecemos): tomó sus cosas y se fue a vivir a Estados Unidos, en búsqueda de su verdadera identidad como artista. Afortunadamente, en su camino se cruzó el productor que se convertiría en su hermano espiritual: Glenn Ballard. Juntos formaron una alianza que logró sacar del corazón de Alanis toda la mierda que había escondido detrás de su adorable sonrisa durante tantos años. Luego de meses de intenso trabajo de composición y grabaciones, vio la luz "Jagged Little Pill", un disco compuesto por 12 desgarradoras canciones que, en conjunto, representan su autobiografía.

El disco abre con "All I really want", un reclamo formal para algún novio que se está volviendo un ogro. Las guitarras, la armónica y la voz gritona indican, de entrada, el renacimiento de una artista. Luego viene la canción que se transformó en el himno de las mujeres despechadas: "You oughta know". Un verdadero "fuck you" para aquel maderfaker que se atrevió a romperle el corazón a nuestra heroína. Mención especial merece "Perfect", el tercer track del disco. Las letras de dicha canción no son más que el resumen de la infancia de Alanis, y el reflejo de lo que pasaba por la cabeza de aquella niña deseosa de complacer a todos: "Don't forget to win first place/ Don't forget to keep that smile on your face". Le siguen "Hand in my pocket", una declaración de principios desde todo punto de vista, y "Right through you", también dedicada a alguno que otro chaparrón que la hizo sufrir.


El sexto tema, uno de mis favoritos (bueno, ¡en el fondo todos lo son!), es "Forgiven", en el cual Alanis nos plantea sus inquietudes religiosas. Siguen "You Learn", una de las primeras canciones que aprendí a tocar en guitarra (infaltable en las fogatas), y "Head over feet". Ambos temazos que fueron radiados hasta el cansancio durante 1996. "Mary Jane" es otra hermosa balada dedicada a alguna amiga, o quizá a ella misma...¿quién sabe? Son palabras de aliento, palabras llenas de esperanza para quien ha derramado tantas lágrimas. El siguiente tema, "Ironic", merece una mención honrosa, tanto por la canción misma como por el videoclip, dirigido por uno de los maestros del género en los 90's: Sthephane Sednaoui. Debo confesar que, al ver ese videoclip,
Alanis se transformó en mi primer amor platónico...


Para finalizar este viaje sonoro, tenemos otros dos temazos: "Not the doctor" y "Wake up". Hasta aquí tenemos un disco redondito, indispensable en cualquier colección discográfica. Pero viene, como bonus track, otra versión de "You oughta know". Y por si fuera poco....el caramelo del disco: "Your house", elevando el álbum hacia la perfección. Una gran voz contándonos una gran historia, con un final inesperado e infinitamente triste.

Después de 12 años, canciones como "Ironic", "You Learn" y "Hand in my pocket" siguen sonando en las radios. Quizá no lo hacen con la misma fuerza de antaño (pues los tiempos han cambiado y ahora, para bien o para mal, el reggaetón es lo que la lleva), pero "Jagged Little Pill" se transformó en la banda sonora de la vida de muchas personas (incluida la mía). Y es precisamente eso lo que hace a un gran disco: la capacidad de seguir entregando con ímpetu su mensaje a medida que envejece.

Terminada la gira mundial de "Jagged Little Pill", en diciembre de 1996, Alanis decidió guardar silencio, profundamente agobiada por el peso de la fama. Estaba cansada de las especulaciones que fueron creándose en torno a su personalidad, puesto que en el escenario era muy expresiva, mientras que frente a los medios era muy introvertida y reservada. ¿Cuál de las dos era la verdadera Alanis? La respuesta era simple: ambas dos. Se tomó vacaciones, viajó a la India y encontró, finalmente, su equilibrio espiritual. En 1998 volvió con "Suposed Former Infatuation Junkie", un disco más introspectivo, experimental y menos histérico que el anterior. Ciertamente vendió menos, pero no importó. Su compromiso, consigo misma y con sus fans, siempre ha sido y será mantenerse honesta y fiel a sus emociones a la hora de crear música. Compromiso que, felizmente, nunca ha dejado de cumplir.

"Jagged Little Pill": un viaje sonoro indispensable en vuestras vidas....les dejo la invitación a viajar, y en el camino podrán gritar, llorar, pensar, reír y, sobre todo, sentir...

¡Hasta la próxima!

P.D.: Donde sea que andes volando en este día tan especial, este post está dedicado a ti....¡Nunca olvides que te quiero mucho!

lunes, 10 de diciembre de 2007

Whole lotta love

Tarde de enero. Ella, la bella, con su pelo al viento, mientras Robert Plant se mandaba sus característicos chillidos al ritmo de las guitarras. Esa calurosa tarde de verano pude comprobar el dicho de "mujer al volante, peligro andante". Tú feliz conduciendo, y yo al borde del colapso, muerto de miedo, aguantando mi expresión de pavor ante tus sorpresivos intentos de hacer trompos y frenadas al son de la batería de John Bonham. Ufff, ¡qué tiempos aquéllos!

Extraño esos veranos. Extraño las tardes de ocio, echados en el pasto, guitarreando o simplemente vegetando. Extraño esas hermosas puestas de sol, el canto de los queltehues en las mañanas y el olor a campo. También echo de menos las noches en las que nos instalábamos a ver películas de terror, y justo en la parte crucial entraba bruscamente la Loly por la puerta del patio, asustándonos y dejándonos espirituados por el resto de la noche. Muero de nostalgia al recordar cuando sacabas el telescopio, y con la Folota te ponías a buscar estrellas, para mostrarnos a la Eve y a mí cuán inmenso es el firmamento.

Extraño cuando carreteábamos y hacías coreografías de Jamiroquai y Bananarama con la Folota. Sin duda, eran las reinas de la disco. Debo confesarlo: gracias a ustedes dejé de ser tan tieso. Contigo no sólo fui a mis primeros carretes, sino también a mi primer concierto de rock (¡¡Chancho en Piedra!!). Fue notable de principio a fin. Cada canción era mejor que la anterior, y saltamos y gritamos como locos, como si fuese el último concierto de nuestras vidas.

La vida cambia, querámoslo o no. Llegaron tus dos hermosos retoños. Es cierto que ya no carreteamos como antes... ¡pero qué importa! El lazo ya está hecho. Más que un primo, en mí siempre tendrás al más fiel de los amigos, que se acordará de ti cada vez que la música de Led Zeppelin llegue a sus oídos...


¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS CHELITO!!!!!!!!!!!!!