domingo, 2 de marzo de 2008

Una noche en el Teatro de los Sueños

Tengo que ser honesto. En realidad, no tenía muchas espectativas en el show que Dream Theater realizó anoche. En primer lugar porque inicialmente iba a ir solo (mi mejor amigo del colegio guateó a última hora y no quiso ir conmigo). En segundo lugar, porque una sabia amiga, adicta al rock, me había contado que el recital que los susodichos ofrecieron en diciembre del 2005 fue un espectáculo más bien frío, donde todo el rato se veía a Petrucci tocando a la velocidad de la luz y poniendo sus multicaras de "puta que soy seco". Por último: compré mi entrada antes de escuchar "Systematic Chaos", último disco de Dream Theater, en el cual se basa la gira. Posteriormente lo escuché y simplemente me cargó.

Afortunadamente, recibí una sorpresiva llamada de un viejo amigo (¡gracias por volver!) preguntándome si iba ir. No me quedaba otra, pues la entrada ya la tenía comprada. Cuento corto: como el Itón estaba recién pagado, fue a comprar su entrada y en un rato ya estaba en mi casa, ultra prendido, listo para iniciar una nueva aventura rockera.

El lugar del megaconcierto: centro de eventos Arena Santiago. No lo conocía, pero tenía excelentes referencias, sobre todo del sonido. Como la fila para entrar era kilométrica, con mi socio fuimos a tomarnos unas chelitas y a conversar de la vida para hacer hora. Una vez que entramos, nos llevamos la agradable sorpresa de que el recinto permitía una excelente visibilidad hacia el escenario desde cualquier punto, así que, cual par de flojos, escogimos platea alta norte (con asientos...¡MÍNIMO!). La espera se hizo eterna, sobre todo considerando que los teloneros eran ahí no más. No entiendo como la producción del evento no escogió a una banda más ad hoc, teniendo en cuenta que íbamos a presenciar a una gran banda de ROCK PROGRESIVO, no de heavy metal, y que acá en Chile hay muchísimas bandas de rock progresivo que la rompen (Mar de Robles, Tryo, Crisálida, Entrance, etc.).



Hasta que llegó el momento tan ansiado. El primer tema fue "Constant Motion", el comienzo perfecto, que fue seguido por "Never Enough", del disco Octavarium. El estadio estaba lleno, y el público sencillamente histérico. A partir de ahí, no recuerdo para nada el orden de las canciones, aunque sí puedo decir que los puntos más altos del show fueron los repasos de viejos temas, como la versión extendida de "Surrounded" (con ese tema me hice fan de Dream) y "Take the time" (los malditos le cortaron un pedazo y se sintieron algunas pifias, que fueron acalladas rápidamente por el talento desplegado en el escenario), del disco Images and Words. Otros puntos altos fueron "Erotomania" y "Voices", del disco Awake, y un mix de temas de discos anteriores que incluyó "Finally free", del Scenes from a Memory, y "Octavarium", del disco homónimo. Todos pedimos a gritos que tocaran "Metrópolis", pero los maderfakers no nos dieron en el gusto. Bueno, nada es perfecto en la vida...

Lo que más me sorprendió del concierto fue, en primer lugar, la parte técnica. El sonido fue casi perfecto, pues el bajo de Myung se escuchaba a ratos muy despacio. La iluminación fue sencillamente espectacular, teniendo en cuenta que es un gran mérito coordinar la percusión de Mike Portnoy con las luces. Lo más importante: la entrega de la banda en el escenario fue completa. No sólo se pararon para ejecutar a la perfección las canciones con sus instrumentos, sino que también derrocharon carisma, animando constantemente al público. Finalmente, debo confesar que los temas del "Systematic Chaos" subieron bastantes puntos al escucharlos en vivo (sobre todo "Forsaken" y "The Dark Eternal Light"). Sigo pensando que dista mucho, en cuanto a calidad, de los trabajos anteriores de Dream Theater, pero al menos ha subido a la categoría de pasable.



Mi gran queja es la duración. Esperaba que tocaran por al menos 3 horas, pero el concierto se limitó a 2 horas con 10 minutos. Será para una próxima ocasión, en la que espero que regresen con un disco más progresivo (la fachada metalera no les queda muy bien, en mi humilde opinión) y con las mismas ganas con que tocaron ayer.

¡Hasta la próxima!

1 comentario:

Víctor Antonio Rocco dijo...

nunca me ha gustado mucho el rock progresivo, sin embargo dream parecía un buen candidato para visitar.


Lamento más no haber ido a ver a Deep Purple, dinosaurios casi extintos del rock.

saludos!!